domingo, 4 de abril de 2010

Enseñarlo a hablar

Antes de meternos en los pasos a seguir tenemos que saber que los agapornis no son muy buenos imitadores debido a su morfología (forma de la lengua, órganos articulatorios, ...), pero en algunos ejemplares se puede llegar a conseguir un nivel bastante aceptable de pronunciación. Aun así, hay que tener muy claro que no es nada fácil y que depende mucho de la paciencia que tengamos con ellos y del método que usemos. Si el animal no muestra interés en imitar no se le debe forzar, ya que cuando hablan lo hacen sencillamente porque quieren comunicarse con sus compañeros humanos, no para demostrar a nuestros amigos y familiares las proezas que pueden llevar a cabo...

Los factores que pueden ayudar son los siguientes:

-Que sea joven: El mío empezó a silbar cuando aun tomaba papilla. Son como los niños, de pequeños son esponjas!

-Que sea macho: Esto está muy discutido, pero siempre se ha dicho que tienen más facilidad porque sus órganos articulatorios están más desarrollados para producir los cantos de cortejo, que son mucho más elaborados que los de las hembras. Hay muchas hembras que dicen palabras, así que no le hagáis mucho caso a esto si tenéis una hembra y con un poquito más de paciencia seguro que lo conseguiréis.

-Que sea papillero: Están acostumbrados al trato con las personas y confían en ellas, por lo tanto intentarán comunicarse. Los salvajes intentarán huir, así que lo ideal es que si no es papillero esté domesticado antes de intentar enseñarle a hablar.

En cuanto a la persona que enseña por supuesto ayuda que sea paciente, que no le pida más de lo que cree que puede hacer (no vamos a empezar enseñándole a decir “supercalifragilísticoespialidoso”) y que respete mucho su ritmo de aprendizaje o su decisión de no hablar (algunos no quieren hacerlo o simplemente no creen necesitarlo para comunicarse porque tienen una excelente comunicación no verbal con su amo). La relación con el agapornis también es muy importante, si hay una relación de cariño será mucho más fácil conseguir avances.

-Recomendaciones basadas en mi experiencia:

1. Silbarle y hablarle mucho desde pequeño: Si hacemos esto lo más seguro es que pronto muestre interés por imitar. En mi caso no me había planteado enseñarle nada hasta que fuera un poco más grande, pero un día repitió uno de los silbidos que siempre le hacía para llamarle y me di cuenta de que a lo mejor no era tan pronto. Todavía no había cumplido los 2 meses de vida.

2. Cuando repita algo por sí mismo podemos comenzar con las sesiones: Lo mejor es afianzar el silbido o palabra que haya repetido por sí mismo en las primeras sesiones, sólo hay que hacerlo una y otra vez dejando un hueco para que repita. Si después de varios intentos no repite dejaremos la sesión para otro momento porque eso significa que no tiene ganas. Las sesiones no deben durar más de 5 minutos y pueden hacerse varias cada día, pero sólo continuaremos con una sesión si el pájaro responde como ya he dicho.

3. Cuando le salga perfectamente ese sonido podemos empezar a trabajar otro: Imaginad que lo primero que ha aprendido es “Pepe” y ya lo dice perfectamente. Si queremos enseñarle a decir “chico” sólo tenemos que repetir como siempre “Pepe” (hueco para que repita), “Pepe” (hueco), “Pepe” (hueco) y de repente metemos “chico”. Seguramente no lo repetirá y se quedará un poco descolocado, pero puede que lo intente repetir. En cualquier caso volveremos a decir “Pepe” y cada vez meteremos más a menudo “chico” en las sesiones siguientes.
A Wiki siempre le ha gustado imitar y en algunas sesiones hemos llegado a trabajar 4 o 5 sonidos a la vez, pero creo que lo mejor es que se hagan como mucho 2 sonidos en cada sesión, al menos al principio. Más adelante les divierte que cambies de un sonido a otro para intentar repetirlo, es como un reto para ellos.

En cuanto a los silbidos hay bastante polémica, muchas personas aseguran que interfieren en el aprendizaje de las palabras y que es mejor enseñar primero a hablar y luego a silbar. Lo que sí es cierto es que los silbidos los aprenden con una facilidad impresionante, son muy buenos silbando.

Para el mantenimiento de lo aprendido debemos seguir con las sesiones todos los días, aprenden rápido pero también olvidan rápido. Aunque sepan decir 20 palabras, si no se trabajan en unos días es muy probable que sólo se acuerden de 2 o 3 cuando nos queramos dar cuenta.

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